La mamarrachada de la Asamblea Nacional no tiene límites. Una vez más, los estudiantes venezolanos que no restringen sus pensamientos a una visión única de la vida demostraron que tienen una amplitud de mente y de ideas que rebasa y arropa a todas las tretas y trampas cazabobos que el "Socialismo del siglo XXI" quizo montar.
Douglas Barrios, ¡bravo! Yon Goicochea, ¡bravísimo! Stalin ¡valiente! Todos aquellos que han puesto su rostro frente a las marchas, ¡estamos con ustedes!
Sigan adelante muchachos, los estudiantes de venezuela y la sociedad civil que se une poco a poco a esta lucha somos todos como la arena que se le escurre entre los dedos al comandante que trata de apresarnos con un puño de hierro, pero que es incapaz de notar que los granos de arena se van escurriendo entre las hendiduras y juntas de su guante armado, penetrando hasta lo más profundo de esta revolución y tocando a quienes desean un cambio real que después de 8 años no se ve ni cerca.
Lo que el gobierno venezolano no termina de entender es que lo que sobra en las universidades del país es inteligencia y, sobretodo, buena voluntad. Los lazos de quienes comparten un aula, una tarea, un café para no dormirse en clase, un caramelo, el juego de pin-pong, futbolito, pelotica de goma, chapita, truco y las rumbitas de fin de semana no se rompen con un discurso retórico que no encaja en una sociedad donde la hermandad es la regla y la amistad no mira cuentas corrientes.
Señores de la AN, ministros, voceros y quienes apoyan al gobierno de forma irrestricta... Aun no han sido capaces de darse cuenta que su tiempo de rencor, separación y resentimientos ha pasado. Están tan ciegos con las gríngolas que les ha impuesto su líder único y supremo que son totalmente ajenos a la realidad que los rodea y que día a día se torna más grande y más alejada de su retórica.
A los 16 o 17 años de edad, yo me preocupaba por cosas menos relevantes y bastante más superficiales que un proyecto de país o un líder al cual ver como un padre. Es triste, además de preocupante, ver como un liceista grita con fervor "¡Patria, Socialismo o Muerte!!!" dejando al descubierto que su infancia ha sido teñida por ese tinte rojo-rojito político que no le permite ver al país desde otro punto de vista que no sea el de su "nuevo padre", Hugo Chávez.
Finalmente y para evitar hacer este artículo interminable, les digo a todos quienes creen dirigir al pueblo: ¡Despierten o el choque con la realidad los va a despertar!
Adelante pueblo Venezolano, resiste y adelante con la lucha, muchos los apoyamos, saludos y abrazos desde Costa Rica
ResponderBorrarMuchas gracias por tus palabras, Ricardo. Es bueno saber que la verdad está saliendo al fin de nuestras fronteras. Invita a otras personas a visitar este blog si no es molestia.
ResponderBorrarAgradecido nuevamente.