Para finales de 1991 durante una grave crisis económica en Venezuela, gracias a la actitud permisiva y siempre cómoda de la sociedad civil ante la corrupción de los políticos que se turnaban la silla de Miraflores, surgen rumores de golpe de estado. Pasadas un par de semanas, el 27 de Noviembre de 1991 amanece Caracas llena de disturbios y saqueos. De pronto, en VTV canal 8, aparece un mensaje que indica una intentona golpista, pero la situación es controlada en pocas horas y en algunos días la "normalidad" ha sido restaurada.
Así, a principios de 1992 renacen los rumores de golpe de estado al continuar una situación insostenible y finalmente el 4 de febrero del mismo año amanece el Caracazo. Pasan algunas horas de enfrentamientos entre jóvenes soldados de un bando y de otro, de muertes de un lado y de otro, de bombas que no explotaron, de aviones sobrevolando Caracas, de vidrios temblando y repoteros tratando de cubrir los hechos entre ráfagas y gritos. Después de todo ésto, surge un peculiar personaje en los medios de comunicación. Un personaje delgado, un poco mal encarado y con notables marcas de cansancio. Este sujeto, traidor entre traidores, pués envió a sus tropas como carne de cañón mientras él permanecía en un lugar seguro a buen resguardo del fuego de los soldados institucionales para el momento, soltaría su primera amenaza, el tan nombrado "Por ahora".
De esta manera nace este "héroe de los pobres", este "defensor de los oprimidos", esta "víctima" en quien la sociedad civil, cansada de los políticos tradicionales, cifraría todas sus esperanzas de cambio y progreso. Encarcelado poco tiempo después, el insurgente comenzaría a ganar un gran apoyo no sólo dentro de la clase baja, sino en todos los niveles socio-económicos, dado que ni Acción Democrática ni Copei habían dado visos de cambio alguno ni de escarmiento después del fallido golpe. Y en el mayor error de todos los tiempos, Rafael Caldera otorga el indulto que sacara de la cárcel al gran traidor que hoy en día gobierna de forma ilegítima nuestro país.
Ésta es mi versión, bastante resumida de los hechos que azotaron la capital del país cuando yo apenas cursaba la secundaria en un colegio de clase media.
~ Silvarion ~
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