jueves, 8 de noviembre de 2007

¡Jugando con fuego!

Bienvenid@s nuevamente a esta segunda etapa de mi blog.

En esta ocasión he debido escribir porque es más que obvio que el gobierno juega a la desestabilización.

Las agresiones hacia los estudiantes en todo el país van en aumento. Como quien prende una fogata moviendo la yesca, soplando la mecha y tratando de avivar la llama, los gobierneros apelan a la violencia y se escudan en la impunidad que le brindan las armas para encender el país. Sin embargo, creen que sus armas serán suficientes para amedrentar a estudiantes, trabajadores y demás partes de la sociedad civil que día a día son afectados por el crimen y la muerte que Chávez pregona.

Hay un monstruo dormido en la sociedad civil, hay ansias de libertad y sobretodo ganas de sobrevivir a esta hecatombe social que parece inevitable. Un dragón, nacido de la sangre libertaria de nuestros próceres duerme en cada uno de nosotros y poco a poco, con cada arremetida del gobierno, amenaza con levantarse para dejar todo aquello que se le oponga en cenizas.

Hoy más que nunca, ante la desfachatez, la insensatez y la desvergüenza de quienes ostentan cargos de poder, la dignidad y la valentía que representan los estudiantes están inspirando a más de uno en las calles, carreteras, pueblos y lugares rurales donde sin duda, cuando ésto acabe, serán vistos como nuevos héroes que lo arriesgaron todo por vivir en libertad.

Desde este punto virtual y desde la Universidad Central de Venezuela, donde estudio, le advierto al gobierno y a sus grupúsculos de facinerosos... Están jugando con fuego... ¡Y se van a quemar! Una vez despertada la bestia, sólo podrán correr ante el vuelo de los dragones que sin duda sembrará el pánico hasta en el más radical de ustedes, por que ocultan su propio miedo en la violencia para tratar de convencerse a sí mismos de estar haciendo las cosas bien.

Sigan provocándonos, sigan violentando nuestros espacios más íntimos y sagrados... ¡Y pronto verán por qué Venezuela es un país de LIBERTADORES!!!

Y en especial a tí, Pedro Carroña, te digo que no es necesario que finjas estar en total y completo agrado, pues en tu cadena de mentiras fue más que evidente que casi estallas en llanto como un niño pequeño... ¿Será que te das cuenta lo que se te avecina?

No importa cuántos fusiles de asalto, ametralladoras, tanquetas y armas tengan... Nosotros tenemos dos armas capaces de acabar con todas esas sin siquiera disparar una vez... La VERDAD y la RAZÓN.

Y aún más... Tenemos un aliado al que no pueden ni podrán vencer jamás... DIOS.

Y me despido recordándoles...

Si Dios está conmigo,
¿quién contra mí?


~ Silvarion ~

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